La tiranía de lo instantáneo, de lo simultáneo, de lo disperso, de la sobredosis de información y de la conexión con un mundo virtual que terminará acabando con delicioso placer de dialogar

Por: Florencia Radicic Garbin 

No hace mucho me llego un mail  y la verdad que cuando termine de leerlo quede sorprendida; este   decía que en la entrada de algunos restaurantes europeos les decomisan a los clientes sus teléfonos celulares.
La realidad es que, se trata de una corriente de personas que busca recobrar el placer de comer, beber y conversar sin que los ring tones interrumpan, ni los invitados den vueltas como gatos entre las mesas mientras hablan a gritos.

Voy a ser realista, la noticia me produjo mucha envidia pero de la buena.

Personalmente, ya no recuerdo lo que es sostener una conversación de corrido, larga y profunda, tomando un café, chocolate o una coca, sin que mi interlocutor - amigo, cliente, familiar me deje con la palabra en la boca porque suena su celular con algún ring ton particular que distingue entre una llamada, un what up, un sms, una notificación de facebook, etc.

Posterior al sonido del celular, la persona que recibió algún tipo de mensaje, se lanza como tigre sobre el teléfono (casi nunca pueden abstenerse de contestar), luego, contesta el mensaje / llamada / what up y por ultimo sonríe y dice, ¿Qué me estabas diciendo?. Para esa altura la conversación perdió el hilo y se da por terminada.

En ocasiones es peor. Hace poco, me reuní con amigas para distenderme y relajarme después de haber tenido una semana laboral complicada.  Lo curioso fue que no pasada más de media hora de reunión, esta se disolvió por que cuatro de las cinco personas que estábamos en la mesa (un el 80%, todo un numero)  comenzaron a atender sus llamadas urgentes por celular. Fue un caos indescriptible de conversaciones al mismo tiempo.

Como en ese momento, era la única que no le había sonado el celular, me detuve a observar mi alrededor y solo divise personas adictas al celular,  gritando y charlando como si uno no existiera. Antes, por lo menos  la gente solía buscar un rincón para hablar, hoy ya se perdió el pudor y todo el mundo grita por su celular, desde el lugar mismo en que se encuentra.
No es que esté en contra de la tecnología, al contrario, de hecho el celular es uno de mis elementos de trabajo,  pero creo que toda cosa en exceso hace mal, y el uso excesivo del celular nos llevo a perder la comunicación con los nuestros y perdimos la habilidad de escuchar por estar concentrados en un simple aparato.

Tomemos conciencia, me preocupa que mientras más nos comunicamos en la distancia, menos nos hablamos cuando estamos cerca, por que, el teléfono se ha convertido en un verdadero intruso.

No niego las virtudes de la comunicación por celular. La velocidad, el don de la ubicuidad que produce y demás, pero me impresiona la dependencia que tenemos del teléfono. Preferimos perder la cédula profesional que el celular, pues con frecuencia, la tarjeta sim funciona más que nuestra propia memoria;
Alguien una vez me dijo que antes, en las mañanas al levantarse, su primer instinto era conversar con su pareja mientras tomaban un buen café. Ahora su primer acto cotidiano es tomar su aparato y responder al instante todos sus mensajes, sin importar si le estan hablando o no.

Es la tiranía de lo instantáneo, de lo simultáneo, de lo disperso, de la sobredosis de información y de la conexión con un mundo virtual que terminará acabando con delicioso placer de conversar con el otro, frente a frente.

Una sencilla técnica para no confundir causas con efectos



No dare aquí el remedio para una molesta tendinitis, aunque de eso si se bastante por todos mis años deportivos, pero si usted está experimentado algún problema recurrente en su organización, buscare esclarecer sus verdaderas causas y poder así solucionarlo.

Cuando enfrentamos o padecemos un problema, podemos estar tentados a confundir CAUSAS CON EFECTOS. Por lo general, los problemas se manifiestan a través de sus EFECTOS, ya que justamente lo que nosotros experimentamos son los EFECTOS de los mismos, que nos generan insatisfacción, recepción de quejas, pérdida de dinero o de clientes, bajos rendimientos de nuestros empleados, etc.

El inconveniente es que muchas veces, al intentar resolver algunos de tales problemas, confundimos las verdaderas CAUSAS que originan dichos problemas, con sus EFECTOS.

Y, como decía el slogan del anti-inflamatorio: “Si la inflamación (CAUSA) no se va, el dolor (EFECTO) vuelve”. Dicho de manera más explícita, equivale a afirmar que si no atacamos las CAUSAS que producen los EFECTOS, es decir, sus causas raíces, los mismos probablemente volverán a manifestarse. Un ingeniero japonés, Kaoru Ishikawa, nos ha legado una práctica herramienta para poder resolver los efectos –identificando y atacando sus causas-, denominada “Diagrama de Ishikawa” o familiarmente “Espina de Pescado”.

Como se aplica?
1. Seleccionar un efecto que estemos padeciendo, y colocarlo en el extremo derecho, como “cabeza” del pescado, y luego trazar una línea a modo de “espinazo principal o columna vertebral” que finalice en la cabeza. Es importante aclarar que, para que la herramienta sea realmente aprovechable, el efecto (o problema) debe estar adecuadamente definido, de modo concreto y específico, sin ambigüedades. 
2. Identificar las “categorías” principales dentro de las cuales se podrían agrupar las causas que producen tal efecto. Estas “espinas principales” se dibujan como líneas que apuntan a la “columna vertebral”, formando un ángulo de unos 70º.  
Por supuesto, no siempre será necesario generar todas y cada una de estas espinas principales, y se pueden utilizar algunas diferentes. En cualquier caso, se recomienda aplicar sentido común y determinar para cada caso cuántas y cuáles colocar.


3. Colocar, para cada una de las “espinas principales”, determinadas líneas inclinadas (“espinas”) que serán las causas más profundas que ayuden a explicar distintos matices de las causas principales. Por supuesto, cuando una causa sea todavía un tanto amplia o compleja podrá ser descompuesta en “sub-causas”, las cuales se ubicarán en nuevas espinas (“espinas menores”), las que confluirán en las espinas correspondientes a las espinas principales.

Motivación, la lección del horóscopo


Si leemos lo que dice el horóscopo del día casi siempre encontramos algo verdadero; pero muy pocas veces el mensaje nos resultará verdaderamente interesante. ¿Por qué? Porque es vago. El intento del que lo ha escrito para que la propuesta resulte de interés para todos no la convierte en relevante para nadie.


¿Por qué? 


Porque es vago. 
El intento del que lo ha escrito para que la propuesta resulte de interés para todos no la convierte en relevante para nadie.

Este es mi horóscopo del día:

En el trabajo, tendrás momentos de risas que te harán sentirte a gusto y tranquilo. Algo que después de tantas tensiones te reconfortarán. Si no tienes trabajo no te relajes y no dudes en realiza...

Este horóscopo podría ser para cualquier día y obviamente para cualquier signo, es más muchísimos lectores de este txt se pueden sentir identificados con mi horóscopo.

    El reconocimiento vago , el que se puede aplicar a cualquiera hace que la gente no se sienta reconocida. 

     El ejemplo mas típico es el premio al empleado del mes, generalmente no hay criterios para otorgar el premio, sencillamente se le da a aquel empleado que se distinguió por hacer un “buen” trabajo.