Cuando vale la pena confiar



La lengua popular dice: confia en los demás y estarás perdido. 


Pero, es verdad? 


Les dejo el siguiente juego intelectual para que hagan la prueba:

Dos prisioneros son sospechosos de haber cometido un delito en conjunto. La pena máxima del delito asciende a 10 años. A ambos sospechosos detenidos se le ofreció el mismo trato: si uno confiesa e implica a su compañero como recompensa no será penado pero el otro deberá cumplir los 10 años completos de prisión. 

Si ambos deciden callar solo quedarán evidencias circunstanciales que alcanzan solo para encerrarlos a los dos durante dos años.

En cambio si ambos confiesan el hecho, deberán estar los dos 5 años tras las rejas...

Los sospechosos no pueden ponerse de acuerdo. Cómo deben reaccionar? O, planteado de otra forma vale la pena para ellos confiar en el otro?

El denominado "dilema de los juegos" que ilustra el planteo de la teoría de los juegos es una situación ficticia de un dilema en que ambos protagonistas si deciden optar por la solución mas obvia, es decir beneficiarse a si mismo pierden cada uno 5 años de prisión. Pero si confiaran en el silencio del otro solo tendrian 2 años de prisión. Ojo no se olviden de que si uno confiesa involucrando al otro queda libre.

Hay mil estrategias y elocubraciones sobre este juego, yo les dejo como conclusión una frase de Gandi: no sepuede estrechar la mano con el puño cerrado.


Matriz del juego:

 


En el futuro vamos a elegir como dejarnos encontrar en la web





Estuve leyendo un ensayo de Alerks Krotoski investigadora tecnológica para la Universidad de Oxford y me dejó algunas ideas picando sobre la internet 3.0

En 1999 internet ya estaba en fase de expansión y el impacto social, psicológico y comercial del mundo virtual empezaba a dejar su huella.

Más de 2 mil millones de personas en el mundo utilizan la web. Hay más de 2,5 millones de búsqueda de información y conocimientos en Google cada día. 800 mil personas se conectan y comparten información en la mayor red social del mundo “Facebook” y millones de personas cuentan a sus amigos, amantes, extraños y hasta acosadores lo que tenían pensado para su desayuno en Twitter. En un abrir y cerrar de ojos evolutivo (apenas dos décadas), internet se ha enredado en nuestras vidas. (Untangling the web en alekskrotoski.com)

El riesgo de que toda esa información caiga en malas manos es real, pero en sí uno de los principales problemas es la falta o la perdida de la privacidad.

Por ejemplo, hace 8 años construí un blog de natación cuando había poca información sobre este deporte como nexo de unión entre deportistas, hoy en día quien me googlea seguro encuentra más rápidamente mi información deportiva (ya que el blog supero las 300.000 visitas) que mi información académica. Lo mismo ocurre cuando revelas información en Facebook hay una permanencia de identidad que te niega la posibilidad de re inventarte.

Es como tener un diario íntimo abierto, todo el tiempo frente a todo el mundo. Cada uno de nosotros, como personas adultas tienen siempre la posibilidad de re inventarse, es producto del crecimiento, del cambio. 

Y acá esta el mayor desafío, saber cómo buscar y dejarnos encontrar en la web.