Nuestro
trabajo es el lugar donde pasamos gran parte de nuestros días, es decir que, si
sumamos las horas trabajadas en el día y lo multiplicamos por los días
trabajados llegamos a la obvia conclusión de que una gran parte de nuestra vida
estamos trabajando, entonces…
¿No
te parece que tendríamos que disfrutar y amar lo que hacemos?
¿Cómo hacer para que los
conflictos laborales o situaciones no deseadas no nos afecten en nuestro que
hacer cotidiano?
El trabajo es el lugar donde pasamos
una parte importante de nuestro
día, de allí que cuando se presenta un conflicto laboral trascendental, éste
consigue afectarnos de tal modo que resulta muy difícil separar este escenario
de nuestra vida personal.
Intentar solucionar un problema de este tipo requiere de estrategia y diversas herramientas con el fin de recuperar nuevamente
la paz.
Los conflictos
laborales pueden desatarse por múltiples
causas: malos
entendidos, roce con nuestro compañeros o jefe, situaciones personales, falta
de cumplimiento en los procesos, falta de compresión, entre otros. No importa
el origen, lo que realmente uno debe hacer es enfrentarse al conflicto con
serenidad y razonamiento.
Si se está dentro del conflicto, se debe tratar
de no continuar con el pleito; nos podemos escapar 5 minutos al baño o salir a
la puerta a tomar un poco de aire. Debemos apartarnos físicamente del ambiente
asociado a la tensión, aliviar los nervios y mirar las cosas desde otra
perspectiva.
Antes de resolver un
conflicto laboral es importante analizar con detalle la situación, aclarar
cómo se hará, que medios se usarán, crear un plan o un esquema; de este modo parte del camino
estará ya recorrido por el mediador.
Para atender el
problema se debe actuar
directamente, si hay un conflicto entre dos o más empleados se
debe convocar una reunión con los afectados para iniciar la negociación, las
medidas indirectas normalmente no ayudan a calmar el malestar que los afectados puedan tener.
La meta es llegar a una solución, pero es importante que
los empleados entiendan que para ello deben
colaborar. Todos
tienen que ceder, cambiar, modificar actitudes, de lo contrario será difícil
resolver el problema, no se trata de tener o
no la razón si no de llegar a lo que es mejor para todos.